Recuento diurno


Me acosan fantasmas y augurios
Intento defenderme
apenas como puedo

confronto con los espectros
me entrego a los presagios
atisbo con precaución
no pregunto por insolvencia
adivino a ojos cerrados
cuestiono inaudiblemente
peleo con coraje de otras vísceras
me afrento por lo inimaginable
hablo de más por improcedente
repito por sistema el mismo descuido
conservo una aparente calma

Confronto con los augurios
me entrego a los fantasmas
y vuelvo a la nada.

Servicio meteorológico


Hay rocíos
garúas
lloviznas
aguaceros
diluvios
temporales
aluviones
y finalmente inundaciones

hay temblores
sacudidas
terremotos
sismos
derrumbamientos
y finalmente escombros

el servicio
meteorológico
no puede definir todavía
cuál de estos
fenómenos se avecina

pero urge descubrir
las causas para
este cielo
completamente nublado
con total
probabilidad de chaparrones

por las dudas
no voy a mencionar
que hace días que te extraño

Un nuevo viaje urbano


Emprendo la mañana
con el usual enojo
que me causa
no haber podido
arrancarme de la cama
una hora antes

cabeceo
las primeras gotas
desenriedo
los primeros nudos
y me aventuro
hacia la parada
de un 62 que cuando
no tarda tanto como hoy
me regala el
primer espacio
del día
para pensar
libre de culpa
por impuntualidad

para pensar
entre otras cosas
que el otoño
en Buenos Aires
es distinto al otoño
en cualquier otro lugar

que la señora
del asiento de adelante
se queda dormida
y eso me emociona
hasta las lágrimas

para pensar que
quizás
mi vida es
demasiado
rutinaria
salvo por el otoño y la señora

pero puede que
no sea eso
lo que más me moleste
  
sino realmente
creer que el arte
en todas sus formas
se me escapa
entre los minutos
y los lugares

creer que el tiempo
quema horas y segundos
y la vida me pasa por al lado
entre análisis armónicos
y orquestaciones románticas

y me abrumo.
Toco el timbre
para pedir parada
y camino dos cuadras
con requiem de fondo

Finalmente
llego

y contrario a
todos mis prejuicios
me siento
y escribo un poema
sobre los pensamientos
en los que invertí
un nuevo viaje
urbano.

Y ahí
me reencuentro
con el arte

Supperafaire


Jamás hubiera pensado
que entre las góndolas
revoloteaba el amor expectante

Tampoco hubiera creído
que las registradoras
pudieran regalarnos música de fondo

Resistimos la cadena de frío
y frente a la lechuga
te clavé la mirada

te salvaron las papas
y mi incapacidad de diferenciarlas
de las batatas

Respetamos la lista
(siempre lo hacemos)
fuimos en orden
(no puedo evitarlo)
y casi sin darnos cuenta
llegamos al final

Y cuando nos acercábamos a la caja
pasó lo único que podía pasar
me retaste a que adivinara el monto
final de la compra

Y yo perdí.
No sólo porque
no manejo precios en el mercado
o frencuento poco las pistas de carritos
sino porque la constante sorpresa
me deja incapacitada de cálculos.

Conociéndome
me resulta raro
reconocer
que nunca perdí tan a gusto
en toda mi vida.

Viva (Il cuore felici)



Me tomo el pulso
reviso mis pupilas
controlo la respiración
indago en mi pecho

Viva
como se sentía el sol
esta mañana
cuando asomó
las primeras
chispas de día
detrás de la
concurrida urbanidad

como las primeras
gotas de agua
que brotaron intrépidas
de la ducha
en mis intentos por
diferenciar el shampú
de la crema de enjuague

como el
alerta casi bélico
de la pava
cuando el agua
para mi café
estuvo lista

Me tomo el pulso
reviso mis pupilas
controlo la respiración
indago en mi pecho

Viva.